El ejercicio físico es una de las mejores formas de mejorar nuestra salud y bienestar. Además de ayudarnos a mantenernos en forma, el ejercicio también puede tener un impacto positivo en nuestro cerebro y nuestra salud mental. Una de las sustancias que se ha relacionado con los beneficios del ejercicio físico para el cerebro es el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés). En esta entrada de blog, hablaremos sobre los beneficios del ejercicio físico y del BDNF para la salud mental y cómo podemos incorporar el ejercicio en nuestra rutina diaria para mejorar nuestro bienestar.
El BDNF es una proteína que se produce en el cerebro y que está involucrada en la supervivencia y el crecimiento de las células nerviosas. Se ha demostrado que el BDNF está relacionado con la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a nuevas situaciones y aprendizajes. Se ha encontrado que los niveles de BDNF en el cerebro están disminuidos en personas con trastornos neuropsiquiátricos, como la depresión y el Alzheimer.
Uno de los principales beneficios del ejercicio físico es que puede aumentar los niveles de BDNF en el cerebro. Se ha demostrado que incluso un breve período de ejercicio puede aumentar la expresión de BDNF en el cerebro y mejorar la función cognitiva en personas de todas las edades. Además, el ejercicio también puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, posiblemente gracias al aumento de BDNF en el cerebro.
Además de aumentar los niveles de BDNF, el ejercicio físico también tiene otros beneficios para la salud mental. El ejercicio puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo, mejorar el sueño, reducir el estrés y la ansiedad, y promover la relajación y el bienestar emocional. También se ha demostrado que el ejercicio físico puede mejorar la memoria y la función cognitiva en personas de todas las edades, lo que puede ser especialmente importante a medida que envejecemos.
Para incorporar el ejercicio en nuestra rutina diaria, es recomendable hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana. Esto puede incluir caminar, correr, nadar, andar en bicicleta o cualquier otra actividad que te guste y que te mantenga activo. También es importante encontrar una actividad que disfrutes, ya que esto aumentará la probabilidad de que la mantengas a largo plazo.